Esta frase sintetiza lo que nos resulta inspirador: el triunfo de la voluntad y el ingenio ante la adversidad. Sobreponerse a las limitaciones físicas y lograr desarrollar teorías novedosas, explorando el Universo con la imaginación y con la matemática. Su fama es tan grande que recibió visitas de jeques árabes que querían usar su nombre para hacer desarrollos inmobiliarios en el Golfo Pérsico, o de supuestos inventores que querían usar su nombre para sus creaciones.
Conocí a Stephen personalmente en 1996. Yo había viajado al California Institute of Technology para dar una presentación sobre un artículo que escribí sobre los agujeros negros. Para mi sorpresa, él estaba entre la audiencia. Hasta hizo un par de comentarios y preguntas. Mis conclusiones eran opuestas a las suyas en cuanto a este problema, así que continuó haciendo preguntas y presentando posibles objeciones luego de la charla. Hablar con él es difícil. Su enfermedad lo fue dejando progresivamente paralizado. Cada vez puede controlar menos partes de su cuerpo. En 1996 podía mover la mano. Así se trasladaba con su silla y también controlaba su sintetizador de voz. Solía llevar un par de minutos obtener una respuesta. Usualmente uno se ponía detrás de la pantalla y trataba de adivinar qué quería decir. Al principio uno tiene la sensación de escuchar una voz de ultratumba. Luego de un rato, te acostumbrás.
Hawking opina de Maldacena: "Es una persona brillante".
Hoy en día su enfermedad continúa avanzando. Pero él mantiene su buen sentido del humor, siempre lo hizo. Un estudiante le dijo alguna vez que había leído su libro, él respondió: "Gracias, me diste un dólar". Al escribir esa obra, Breve historia del tiempo, su propósito original fue generar fondos para poder pagar sus tratamientos médicos y gastos relacionados con su enfermedad. El libro se transformó en un best-seller y lo hizo conocido para el público general.
Fenómeno mediático. Cuando yo estaba en Harvard, hace más de 10 años, lo invitamos para que viniera de visita. Para poder pagar sus días allí, propuso dar una conferencia en un teatro de Boston, cobrando entrada. Así logró juntar suficientes fondos para cubrir sus gastos, y los de sus enfermeras y ayudantes. Durante su estadía, terminamos escribiendo un artículo. Siempre a través del proceso difícil de comunicación. Un día se le arruinó la silla de ruedas y un físico experimental (el que escribió el libro con que yo estudié electrónica) se la arregló. En una ocasión, uno de los profesores lo invitó a cenar a su departamento. A la propiedad se accedía por unas escaleras con muy mala iluminación. Este profesor levantó a Hawking de su silla y lo llevó hacia arriba. Cuando estaba llegando, su vecino salió y le dijo: "¿Hoy es el día en que se saca la basura?". "No, no es la basura, es ¡Stephen Hawking!"
Hawking tuvo tres hijos. Un día le pregunté a su hija Lucy cómo había sido crecer con su papá en esas condiciones. Me dijo que nunca se lo preguntó, así era él y así fue como había crecido. Ahora Hawking es un fenómeno mediático. Los medios tratan de imprimir todo lo que dice. Y él disfruta participando de eventos públicos, de hacer declaraciones. Se ha transformado en un embajador de la ciencia y también en el discapacitado mas famoso. Inauguró los Juegos Paralímpicos de 2012. Es un ejemplo que nos muestra que una persona con capacidades diferentes puede destacarse y llevar una vida muy interesante. Es también un ejemplo de fuerza de voluntad. Ha debido someterse a innumerables operaciones e idas al hospital.
A veces la gente me pregunta: ¿Hawking es famoso por lo que hizo o por ser discapacitado? Hawking sería famoso dentro del mundo de la física, pero no tanto como Steven Weinberg o Edward Witten. ¿Los conoce? Le aseguro que los conocería bien si hubiera estudiado física. El fenómeno mediático se debe también a su condición, y a su voluntad para superarse. Ha escrito, además, libros para un público general y explicado en forma clara conceptos complejos.
Maldacena opina de Hawking: "Es el triunfo de la voluntad"
A Stephen le gusta decir frases llamativas y provocativas. Esto, por supuesto, deleita a los periodistas. Por ejemplo, dijo que la partícula conocida como Bosón de Higgs destruirá el Universo (quizás, pero en un futuro muy, pero muy, lejano), o que la Tierra podría calentarse tanto como Venus por el calentamiento global (imposible), o que los extraterrestres nos querrán matar cuando nos descubran. También le gusta hacer esto dentro de nuestro campo de investigación, haciendo apuestas acerca de la validez de distintas conjeturas. En general las pierde, pero ha sabido elegir problemas importantes cuya solución es útil para comprender mejor la gravedad.
Una de estas apuestas fue el problema de la pérdida de información en los agujeros negros. El dijo que los agujeros negros implicaban que la mecánica cuántica debía ser modificada, incluso para los observadores que permanecen afuera de ellos. Yo me dediqué mucho a tratar de entender este problema y fue precisamente el tema de la charla que di cuando lo conocí. A través del desarrollo de la teoría de las cuerdas se podía argumentar que la información no se perdía. Finalmente, en 2002, concedió que efectivamente la información no se pierde. Sin embargo, todavía hoy sigue el debate en la comunidad científica.